Temas relacionados:
Cristo, el Espíritu, el Espíritu Santo, Ministerio del Parácleto, Pentecostés, Presencia de Dios
LECTURAS:
Lucas 11:13 Lucas 24:49 Juan 7:39 Juan 14:26 Juan 15:26 Juan 16:7-14 Hechos 2:1-4 Hechos 2:17 Romanos 8:15-16 1 Corintios 2:12 1 Corintios 3 : 16 1 Corintios 6:19 Efesios 3:16 Efesios 4:30 Efesios 5:18 2 Timoteo 1:7
Un verano, los últimos, en una gran urna que se encuentra enfrente de la puerta de mi casa, una rápida azul hizo un nido en la que mostraba seis huevos. Esta hermosa criatura, tímidamente había fijado su residencia en (casi) mi casa. Me sentí privilegiada porque había sido honrado con su presencia, incluso si mi gato se ve totalmente diferente.
Si me sentí privilegiada cuando un pájaro anidado en mi puerta, ¿cuánto más privilegiada que me siento sabiendo que el Espíritu Santo ha fijado su residencia en mí? Nuestros corazones deben también con gratitud y canción en el mero pensamiento de él. Es asombroso.
Algunos de nosotros toman fotografías cuando huéspedes distinguidos visitar nuestros hogares. Me encanta echar un vistazo a través de un "Libro de visitas" para ver quién se ha quedado en nuestro hogar. De vez en cuando veo el nombre de un conocido [persona] o un amigo muy querido. Pero nada de esto se compara con tener el Espíritu de forma permanente [viviendo] en nuestros corazones.
Derek WH Thomas, ¿Cómo el Evangelio nos lleva hasta su casa (Reforma Publishing Trust, 2011), p. 35
No hay comentarios:
Publicar un comentario